viernes, noviembre 17, 2006

Pero Llegue ¡ Juemadre ¡

En recientes días he recibido comentarios de todo tipo acerca de los escritos de este blog, en buenos términos me han dado garrote por ser demasiado patriota, por utilizar lenguaje muy común y no explorar mas el rico castellano, alguien me agradeció por hacerlo sentir como en casa luego de muchos años de no ir a su natal costa, bueno todas estas opiniones me animan para seguir adelante contando los anécdotas de mi vida loca.

Desde que nacieron mis hijos, cada año ha sido mucho mejor que el anterior, y este en particular me ha dado la posibilidad de recoger muchas experiencias, conociendo gente, viajando, riendo, llorando, gozando.

Acaecía el 2 de Noviembre, cuando un correo electrónico de mis jefes me anunciaba el inminente viaje a la ciudad de Bogotá para asistir a una capacitación, bueno el año casi se acaba y este iba a ser el primer curso, por lo que semejante PAPAYASO no se podía dejar pasar. Humildemente agache la cabeza, acepte el designio de mis superiores y me apreste a realizar los preparativos del viaje: Libreta de apuntes, ropa para clima frió, y $40.000 pesos encaletados para imprevistos. En la agencia de viajes me preguntan ¿Que desea señor, Ventana o Pasillo?, a lo cual respondo, Cualquiera, porque me voy a ir durmiendo. La nave es muy cómoda, Full TV, asientos con apoya pies, sillas reclinables (con una inclinación de casi 150 grados), el imprescindible baño; así son los Expreso Bolivariano.

Bueno, me esperan 12 horas de trayecto, por lo que tomo mis precauciones, me apero de guantes, pasamontañas y cobija. Para los que no han viajado en estos buses, los dichosos cuentan con un sistema de aire acondicionado, el cual NUNCA APAGAN, así llueva truene o relampaguee, de ahí su nombre CLIMATIZADOS, entonces si se viaja de chévere el frió no deja dormir.

No ha iniciado el vuelo, cuando en la penumbra se sienten unos ruidos bastante particulares, sonidos guturales parecidos a los rugidos de un león en época de celo. Lentamente me levanto y ubico la fuente sonora, la cual resulta ser un pareja mayor, que inicio su pernoctada tan pronto posaron las nalgas en el carro. Ante la risa de los pasajeros, se escucho un seco “Uhhh”, como señal de un codazo silenciador.

No terminaba de reírme cuando alguien inicio una conversación por celular a los meros gritos, durante 5 minutos todo el bus fue testigo de las intenciones de la noble mujer, que no se cansaba de decir que ya iba viajando, que mientras tanto rezara y que no se preocupara. Bueno, esto me sumo otros 10 minutos de risa antes de pegar las pestañas.

Por fin llegamos a Bogotá, el clima resultó bastante benévolo pues no nos topamos con los gélidos aguaceros sabaneros. Me subo al taxi, se que voy para Teusaquillo, pero ohh sorpresa, en las carreras del viaje se me quedo la dirección del hotel, así que a tirar celular para que alguien en mi tierra natal se tome la molestia de buscar en un directorio y decirme a donde debo llegar, Pero Llegue ¡ Juemadre ¡

Ya en el hotel, full desayuno, baño, arreglada de ropa, 40 minutos de descanso y de salida para el lugar de capacitación. Tomo otro TAXI y vida berraca, la dirección de este sitio también se me había quedado, nuevamente a echarle mano al celular para llamar a la oficina y que alguien me oriente, Pero Llegue ¡ Juemadre ¡.

Desde mi salida de Popayán, me habían recomendado un sitio en Bogotá donde se escucha música Afrolatina, y precisamente ese fin de semana se iba a presentar una de las mejores orquestas ROLAS de Salsa, por lo que tome todos los datos del lugar en mi libreta de apuntes. El primer día del curso, terminamos pasadas las 8 de la noche, y ante el miedo de caminar con los computadores portátiles a esas horas, decidimos dejarlos junto con el resto de material en las oficinas de la empresa. Rumbo al hotel para comer, arreglarse, y a tomar un taxi para llegar al sitio de pachanga. Cuando el conductor pregunta para donde vamos, recordé que el sitio quedaba cerca del parque Nacional, pero cuando busque la dirección exacta, Vida Berraca, esta se me había quedado en la libreta de apuntes que hace unos momentos había dejado en la oficina. Por más que hicimos voltear al chofer por el parque nacional, no dimos con el bendito lugar, y debimos salir para otro sitio para no quedarnos con la gana; nuestro nuevo destino, el barrio EL RESTREPO, una especie de zona Rosa pero mas chiquita, donde se encuentran bares, griles, tabernas y sitios relacionados con la música, de todos los gustos, estilos y presupuestos, Pero Llegue ¡ Juemadre ¡

El lugar escogido se llama EL PALLADIUM, y es un templo de la SALSA. Adornando las paredes del pequeño lugar, se encuentran cualquier cantidad de afiches melómanos, y fotos del dueño del recinto posando junto a muchísimas personalidades de la música latina, como: Celia Cruz, El Conde Rodriguez, Johny Pacheco, Ismael Miranda, Tito Puentes, Rubén Blades, entre otros. El propietario del lugar, se llama Orlando, y en su actitud, vocabulario y vestimenta, refleja que lleva la música en las venas. Lo calidoso del sitio es la música, ya que se escuchan temas viejísimos, y discos conocidos pero en diferentes versiones.

Mario, mi fiel compañero, de trabajo aclaro, esa noche estaba bastante berrinchoso pues se quedo con la gana de ver la orquesta en vivo, y por mas que yo le insistía, “Mario tomate un trago”, “Mario saca a bailar esa muchacha”, me respondía “NO QUIERO”. Aprovechando un descuido de este muchacho, me levante de la mesa y me dirigí a hablar con Gustavo, al cual textualmente recite:

Gustavo, mi compañero el que se encuentra sentado en aquella mesa, es instructor de baile, de Rueda de Casino, un estilo de baile oriundo de Cuba por allá en la década de los 50. Pertenece a la compañía artística RUCAFE de la ciudad de Cali (http://www.rucafe.com), la cual en días pasados quedo como campeona mundial de ruedas de casino en la ciudad de Miami (http://www.eltiempo.com/nacion/tolima/2006-10-27/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR-3300794.html), seria bueno que lo invites al micrófono para que nos cuente como sucedió todo”.



Bueno regrese a la mesa, me hice el pendejo, y como si nada tome unas maracas y me goce “Las Caras Lindas – de Ismael Rivera”, de un momento a otro la música se detuvo, y por el sistema de amplificación del lugar, alguien anuncio:

“Un saludo para todos aquellos que nos visitan por primera vez, esta noche tenemos un invitado muy especial, desde la ciudad de Popayán tenemos al señor Mario, instructor de Rueda de Casino, de la compañía artística RUCAFE, la cual hace unos días se corono como campeona mundial de ruedas de casino en la ciudad de Miami, recibámoslo con un fuerte aplauso”

Solté una carcajada la berraca, inmediatamente sentí cual puñalada trapera la mirada de Mario como diciéndome al estilo Colombian Dream “Mono H……”, no le quedo mas remedio que pararse, coger el micrófono y contarle a la concurrida audiencia, como fue que sus compañeros de pasión lograron tal hazaña. Al final, solo se escuchaban “Viva Colombia”, “Viva Cali”, y claro “Viva Popayán”, acompañados de fuertes palmas, apretadas de mano y abrazos. Santo remedio, este muchacho ya hablo, se reía, tomaba y hasta bailaba, por lo que concluí que a este man le gusta la publicidad.

El último día de nuestra estadía en Bogotá, tuvimos la tarde libre para visitar Monserrate, La Candelaria, La Plaza de Bolívar, para caminar por el centro y para encaramarme a la torre Colpatria, donde reafirme mi temor a las alturas. Bueno, de los sectores que tuve tiempo de recorrer puedo decir que se encuentran muy organizados, limpios y sobre todos con bastante presencia policial, ojala el resto de la ciudad fuera así.

A diferencia de mi arribo, la partida transcurrió sin contratiempos, y puedo decir Pero Llegue ¡ Juemadre ¡.



Que delicia haber disfrutado 2.700 metros más cerca de las estrellas.

1 comentario:

Camilo Ernesto dijo...

jajajajaja cuando no este jorge haciendo maldades, ni mario se salva... felicitaciones, no sabía del triunfo, y que bien por el mario que se ganó el aplauso, bien merecido