domingo, enero 07, 2007

Descanso Merecido

Hace ya bastante tiempo que no actualizo esta página, tal vez me he dormido en los laureles, tal vez pereza, a lo mejor sueño a ser el gran escritor que se la pasa de gira en gira, exponiendo mi obra y firmando autógrafos.

El balance del año anterior fue para mi muy satisfactorio, tuve la oportunidad de trabajar en lo que me gusta, viajar, conocer, hacer nuevos amigos, y que mejor que para rematar unas merecidas vacaciones.

No tengo necesidad de irme de mi región para disfrutar (bueno tampoco tengo dinero para hacerlo), así que empaque maletas y partí rumbo a mi paraíso tropical, el 27 de Diciembre rumbo a una finca en las afueras del Municipio de El Bordo (Cauca).

Que más pedirle a la vida, Sol, Naturaleza, Aire Puro, Comida, Bebida, Animales, y sobre todo gente amable dispuesta a compartir un rato agradable con los citadinos que van a untarse de campo por unos días.

Mis actividades no podían ser mejores, la jornada empieza a las 6 AM acompañando el ordeño del ganado, haciendo lo humanamente posible por halar las ubres de la res sin lastimarla, pretendiendo llenar un valde igual de rápido a como lo hace mi instructor, pero que va, esto es cuestión de técnica y práctica, y a duras penas pude completar medio vaso. Esto parece muy fácil pero que va, cuando el animal desconoce la gente no se deja ordeñar, se ponen bravos, así se amarren y manien (Amarrar las patas traseras y la cola para que no molesten) se ponen “Duras” para el ordeño, y yo que fuera, yo veo a otro pendejo que no conozco que viene a cogerme las puchecas, tampoco se lo voy a dejar tan fácil.

De regreso a la casa para tomar el desayuno, un manjar digno de dioses, huevos de campo, café con leche fresca, y masas de choclo recién cosechado. Luego de recuperar fuerzas, empiezan las actividades normales del campo, pues siempre sale algo en que entretenerse.

Como diciembre que se respete, no puede faltar la típica elaboración del Manjar blanco (digamos que es una especie de arequipe), y esto si que resulta chévere porque hay que echar la leche, maizena, canela, cuajo (si se quiere dulce cortado), y menear la mezcla sobre fuego de leña a punta de cagüinga (cuchara de palo gigante) durante varias horas. Es una cocción exquisita, ver la transformación de todos estos ingredientes en una mezcla homogénea, en un cúmulo de aromas que hacen agua la boca.

Diciembre es época de regocijo, de remembranzas de todo aquello que fue y pudo haber sido, cuando se aprovecha cualquier momento y lugar para reunirse con familiares, amigos y extraños para disfrutar las festividades de la época. Por fin pude darme el gusto de sentarme con mi familia a comer un buen lechón. Un caribajito de 2 arrobas, que calmó los antojos de más de 40 personas, y que complementó los desayunos, almuerzos y comidas de al menos 3 días seguidos. Por los próximos 3 meses, no quiero saber nada más de carne de marrano.

Este nuevo año, espero mantener la iniciativa para contar más anécdotas, esperando escribir cada vez mejor que la anterior. Ojala con la creatividad suficiente para escribir algo semejante a esta gran obra patojesca.

*CAMELANEA ESPELUFICIA
(Ramón Dolores Perez)

Como el fasgo cendal de la pandurga
remurmucia la pínola plateca,
asi el chungo del gran Perrontoreca…!!
con su garcha cuesquina sapreturga….!!

Diquilón , el Sifurcio, flamenurga
con carrucios de ardor en la testeca
y, en limpornia, simplaque y con merleca,
se amancoplan Segrís y Trampalurga.

La chalema, ni encuerde ni arropija;
la redopsia, ni enchufa ni escoriaza;
y enchimplado en sus trepas la escondrija,
con casconcia ventral que encalambrija
dice a la escartibuncia mermelaza:
QUE INOCENTIVIDAD TAN CONCUNIJA!!

* Tomado de Antologia Genial de los Patojos - Oton Sanchez - 1967