Son las 9 AM, acabamos de aterrizar en el aeropuerto de Quito, aun restan 2 horas para abordar el siguiente vuelo que nos transportara hacia TULCAN y de ahí hacia CALI.
Este viaje ha sido una muy buena y grata experiencia, el conocer nuevas culturas, ver otros rasgos de gente, saborear otras comidas, olfatear otros aromas, y ver entornos diferentes, el algo que te abre la mente, te anima a extender las alas y a volar cada vez más alto.
Ecuador es un país de contrastes. Cuenta con alrededor de 11 millones habitantes, se ve desde la extrema pobreza hasta la extrema riqueza, desde la extrema cultura hasta la extrema incultura, del alfabetismo al anafabetismo, pero claro como la mayoría de nuestros países latinoamericanos, son muchísimos más los pobres que los ricos.
Por lo que he indagado en cuanto a lo social, no existen muchos proyectos estatales para atención y ayuda de la población pobre y vulnerable. El objetivo de nuestra visita es apoyar y fortalecer una iniciativa de régimen subsidiado en el país, el cual esta iniciando en Guayaquil. Donde esta iniciativa pegue con el éxito que se espera, puede extenderse hacia el resto del país, generando más plazas de trabajo, y por sobre todo garantizando la atención en salud a la gente que verdaderamente lo necesita.
Los gestores y motores de esta iniciativa, son para variar, unos COLOMBIANOS, denominados como MULAS para trabajar, dado que por idiosincracia del país, el horario laboral es más flexible para los nacionales, en cambio los extranjeros trabajamos sin importar el día ni el horario, para la muestra las extensas jornadas de trabajo de Martes a Domingo, tanto en la empresa como en el hotel, las cuales nos sirvieron para decir en esta fase inicial, MISION CUMPLIDA.
Guayaquil es una ciudad espectacular, muy ordenada, bonita, súper grande, con muchos monumentos, y tienen un malecon hermosísimo (www.malecon2000.org), esta ciudad tiene muchas cosas que ofrecer, lastima que no dispusimos de tiempo para deleitarnos más. Me parece que es una ciudad demasiado americanizada, es decir, al estilo gringo, pues los centros comerciales todos son enormes, se ven muchos más carros que motos, la mayoría de los carros son de tipo utilitario, grandes PickUps 4*4, de todas las marcas, colores y precios. Los restaurantes son al estilo americano, autoservicio, mejor dicho. Lo que no me gusto es que tienen un deficiente sistema de alcantarillado, cuando llueve la ciudad se inunda, y proliferan las RATAS, en la ciudad se estiman 10 roedores por habitante, también existen GRILLOS por montones.
Luego de la dolarización de la economía, el ecuador ya no es el paraíso de las compras, donde antes veníamos con $500.000 y nos faltaban maletas para echar tanta pendejada y chucheria que podíamos adquirir; El manejo de los dólares es chistoso, los billetes sin son americanos, pero en las monedas se manejan americanas y ecuatorianas. Los precios acá son muy similares a los colombianos, pero algunas cosas son más baratas allá que acá, y viceversa. Por ejemplo mi celular cuesta acá como US $333, y si el cambio esta a $2350. Lo que si el algo barato, bueno no tanto pero que si tiene mucha facilidad de acceso, son los vehículos (Carros, Motos). Existen muchísimas compraventas de autos, donde te entregan uno desde US $300 y te dan muchísimas facilidades de pago. Los taxis es algo curioso, existen de los amarillitos como en todas las ciudades del mundo, y los particulares que ofrecen el mismo servicio; me di entonces el lujo de montar en un Chevrolet Active 2006, un SKODA 2006, un Hiunday, mejor dicho una bacaneria de naves.
La sazón ecuatoriana es agradable, en este sentido puedo decir que no extrañe mucho mi tierra, claro que es un lío manejar la terminología para pedir, pues las cosas se llaman diferente, por lo que me tome la molestia de recopilar unas cuantas frases para elaborar una especie de diccionarios Ecuatoriano – Colombiano, el cual estaré publicando en los próximos días. La comida si es algo costosa, en el hotel teníamos comidas de US $4.5 hasta US $6.1, en la calle los precios de almuerzos eran de US $1.50. Nuestra estadía por 7 días en el hotel, tuvo un promedio de US $200 por persona, ¿caro?.
Las mujer ecuatoriana es una mujer sencilla, sin mucha voluptuosidad, hay mucho mas agraciadas (por no decir feitas) que bonitas, lo que no me gusto es que acá no son para nada sexys ni atrevidas, a diferencia de nuestras colombianas, que tienen tremenda delantera, buen bomper, y dejan delinear su figura con una hermosa seda dental, acá por el contrario las tangas les dan mas arriba de las rodillas. Visitando la pagina del malecon, me encontré un link que habla de contactos, Scorts, Damas de Compañía, y oh sorpresa al ver que el 70% del ganado, es colombiano, con tarifas desde US $200 hasta US $700 por 2 horas.
La fiebre del mundial se vive intensamente en este país. El día que jugo la TRI (así le dicen al equipo ecuatoriano), nos sentimos ecuatorianos por un momento. Por decreto presidencial se declaro tarde feriada (festivo), y apenas empezó el partido, esto parecía una calle a las 6 AM de un domingo, solas, no pasaban carros, no se ven personas, mejor dicho; pero cuando termino, todo se volvíó un jolgorio, una locura, caravanas de carros, manes y viejas bebiendo en la calle, desordenes. Ese mismo día, la gente de Transmedical nos llevo a dar un tour por la ciudad, pasamos por la zona rosa, y se ven unas hembras, manes borrachos en la vía, muchísima basura, y un lujo de carros. Rematamos en un bar, donde toda la noche es un solo CHISPUM, un bar donde rene no se cambiaria por nadie del mundo. Un pendejo que quiso animar la noche empezó a decir, “El que no baile es polaco”, haciendo alusión a que ecuador derroto 2 – 0 Polonia, El que baile o cante tiene derecho a Barra Libre, y al final salio con un chorro de babas. Acá la gente baila separada, suelta, y no es raro ver 2 o 3 viejas bailando juntas. Todo se baila brincadito, estilo guaneña, pocón merengue y salsa …………..
En este momento en la sala de espera del aeropuerto de Quito, se ve muchísimo extranjero, todos con destino Galápagos, hay fotos de las islas por las paredes de la sala, y de verdad que es un paraíso, una experiencia del otro mundo, claro que el viaje y los impuestos para viajar allá son bastante costosos. Se ven unas europeas lindísimas, monas, pero ese rubio no es como el de nuestras peliteñidas colombianas, es un dorado llamativo, y se ven diferentes tonalidades de cabellos muy lindos. Las hay altas, bajitas, gorditas, flaquitas, oji verdes, oji azules, más blancas que yo, mas planas que Xiques, pero muy lindas. Por mas que trate de pasar desapercibido entre ellos, por aquello de mi porte europeo, tez clara, risos dorados y buen hablar, creo que lo iguaso y chibchombiano se me nota a leguas.
Ahora si soy consiente de la importancia del ingles, la necesidad apremiante de aprender esta lengua, si queremos ser grandes, expandirnos, tenemos que estar a la vanguardia. De pronto en Colombia el ingles es algo chévere, pero por fuera es necesario, de verdad que si. Es muy bueno pasearse por en medio de los extranjeros y tratar de entender algo de lo que dicen.
Nuestro nivel técnico y ritmo de trabajo marcan la diferencia en cualquier lugar, tal vez no tengamos los megacartones, pero tenemos la experiencia y por sobre todo la malicia que nos deja quedar mal, vamos donde vamos.
Como anécdotas, me queda el haber entrado delante de todo mundo a un baño de mujeres, dado que no pude descubrir la figura correcta, ya que en las entradas tenían unas figuras indígenas, mitad animal y mitad humano, ambas tenían cachos, cola y muelas, por lo que no supe cual es cual. En un centro comercial pude apreciar el avance de la tecnología, entre a un sanitario al cual me condujo unos burritos y tacos mexicanos, por mas que buscaba la palanca o botón de vaciado no encontraba señales por ningún lado, solo una pantallita negra con una especia de bombillito, el cual resulto ser un sensor donde apenas uno se para, suelta el baño con una fuerza la berraca, ja jaja, con ese susto tan hijuemadre esperaba que no fuera salir de la tasa una tosca mano que me ayudara con el resto de la labor. Después de salir asustado e impresionado, no pude lavarme las manos, pues no supe como sacar agua de unos berracos lavamanos sin llave, ja ja j aja, hay que colocar las manos en una posición especifica para que los sensores activen la llave, no me quedo mas que hacerme el pendejo y salir como si nada a darle la mano a césar y a Mario, ja ja ja. Y recuerdo mucho la comida del restaurante El Gran Chef, donde por Us $8 puedes comer lo que quieras, cuantas veces quieras, es un lujo.
